La PAZ implica sinceridad

Confucio, uno de los pensadores más admirados en la historia de la humanidad impactó al mundo por su filosofía y práctica de buen gobierno.  

Al respecto, alcanzó a regir la conducta de los chinos en la antigüedad con esta pauta, que hoy nos debe servir para escoger o rechazar a cualquier gobernante, para intentar rescatar del caos a países como Colombia:

«Los antiguos príncipes que pretendían educar y renovar a todos los pueblos, se esforzaban primero en gobernar con rectitud sus propios reinos. Para gobernar rectamente sus reinos, se aplicaban ante todo a ordenar bien sus familias. Para ordenar bien sus familias, procuraban previamente corregirse a  sí mismos, ponían un especial cuidado en adornar su alma de todas las virtudes. Para la consecución de todas las virtudes, se esforzaban en conseguir la rectitud y sinceridad de todas sus intenciones.Para lograr que  sus intenciones fueran rectas y sinceras, se entregaban con ardor al perfeccionamiento de sus conocimientos morales.Y el máximo perfeccionamiento de los conocimientos morales consiste en penetrar y descubrir los móviles de las acciones».

Qué bueno iniciar una tarea de depuración desde la empresa privada, en donde aún hay ejemplos de no contaminación, y que a diario sus integrantes llevaran a cabo esta práctica, para que pasara seguidamente a la familia, las aulas, las juntas comunales, el transporte público, los poderes públicos, etc., etc….