por Claudio Ochoa Moreno
Excelente documental del afamado director australiano David Bickerstaff es este, Tokyo Stories, Historias de Tokio, que en 90 minutos nos ofrece una calidosa selección de arte, cultura y vivencia en los recientes 400 años de una ciudad cuyo primer gran referente fue Edo, pequeña aldea de pescadores (1457).
Historias de Tokio tiene principio en una gran exposición llevada a cabo en el Museo Ashmolean de Oxford, Inglaterra, durante el último semestre de 2021. “Tokio: Arte y Fotografía” reunió valiosísimas obras prestadas por museos japoneses, además de fotos del siglo XXI. Xilografías Hokusai, con la técnica de impresión mediante planchas en madera, elaboradas por el artista Katsushika Hokusai, hace unos 200 años, con temas costumbristas y de la vida diaria. Art Pop y la influencia de Andy Warhol. El Manga, o historietas de hechura japonesa, tan famosas como sus parientes estadounidenses, los “comics”. El cine japonés, iniciado en 1897, con base en un sistema de los hermanos Lumière que importaron desde Francia, siendo hoy es uno de los grandes en el mundo. El street art, que vive y sobrevive en una ciudad cuidadosa con su aseo, que castiga el vandalismo.
Historias de Tokio será exhibido los días 8, 9 y 10 de septiembre en los Multiplex de Cine Colombia. Documental pleno en sobriedad, como todos los del director David Bickerstaff, con el Tokio de ayer y de hoy.
Recordemos, los días 8, 9 y 10 de septiembre en Bogotá, en Multiplex Andino, Av Chile y Unicentro. En Cali, Multiplex de Chipichape. En Medellín, Multiplex Viva Envigado.
Un Tokio que como dice uno de sus artistas entrevistados, es crear y destruir, destruir y crear: Guerra, terremotos, desastres naturales.
Esta urbe actualmente tiene algo más de 37 millones de habitantes (72 por ciento de la población total de Colombia, o casi cinco 5 veces la de Bogotá).
Buena parte de quienes anticipadamente han visto este documental, quedan encantados, alucinados, con el Tokio de hoy y las muestras de su sexualidad femenina y las “posadas del amor”, y en el otro extremo los artistas callejeros y los desposeídos.
“Es una ciudad maravillosa para rodar: el arte parece estar en todas partes, desde pequeños jardines privados y tranquilos santuarios hasta las propias paredes y edificios que te rodean. Para mí, Tokio en sí es una obra de arte: dinámica, vibrante y siempre cambiante”, ha expresado
David Bickerstaff, director de Historias de Tokio. Ya lo hemos visto en documentales tan de alto vuelo como Vermeer: La gran exhibición; Vincent Van Gogh: Una nueva mirada; Degas: Pasión por la perfección; Goya – Un espectáculo de carne y hueso.
“Tokio tiene un motor potente que simplemente no se detiene. Hay una energía, un poder flotante particular en Tokio. Pase lo que pase, esta ciudad se reconstruirá nuevamente y seguirá avanzando”, opina Machida Kumi, artista contemporáneo japonés.
Genial promoción turística para Tokio, urbe que ofrece de todo y a toda hora, y en plena seguridad para el visitante latinoamericano y colombiano. Ojalá miles de nacionales se animen a ver y sentir este documental, para que así se acerquen a la realidad encantadora de Tokio. De paso, que regresen a gozar con las producciones de Cine Colombia en más y más ciudades del país, en recuperación de terreno tras la pandemia.
A modo de anécdota, ya hubo otro “Historias de Tokio” (東京物語 Tōkyō monogatari) en 1953, en 1958 galardonada por los británicos por el British Film Institute, y en el 2012 reconocida como la mejor película en todos los tiempo, a través de sondeo realizado entre directores de cine por la revista Sight & Sound del mismo British Film Institute.