Reflexiones sobre la posibilidad de una tercera guerra mundial

por el capitán de Fragata (RA) Ángel Gabriel Conde Romero

La profecía de las 70 semanas, descrita en Daniel 9.24-27, constituye una de las declaraciones más enigmáticas y debatidas de los texto bíblico. En este pasaje, el arcángel Gabriel revela a Daniel un plan divino que abarca tanto el tiempo de la restauración de Jerusalén como el establecimiento del Mesías. El Arcángel Gabriel explica la revelación en Daniel 9.20. El Arcángel Gabriel señala que, tras un periodo de 70 semanas, se pondrá fin a la injusticia y la maldad. Este enfoque en la justicia divina ofrece un marco para explorar la relación entre la historia y la profecía, así como el papel central que Jerusalén juega en la narrativa bíblica. Hay que aclarar que una semana está constituida por 7 años y no por siete días, como comúnmente estamos acostumbrados. 70 semanas de 7 años cada semana nos da 490 años. El entendimiento correcto de estas semanas es fundamental para descifrar el mensaje profético que Dios trasmitió al pueblo de Israel tras él pacto. ¿Dios se mantendrá en el pacto si los judíos lo quebrantan? Por haberlo quebrantado se dio el exilio en Babilonia.  

La primera parte de las 70 semanas se refieren a el tiempo desde la autorización del rey  Artajerjes (que reino Persia 465 -424 a.C.), para reconstruir el segundo Templo de Salomón, hasta la llegada de Jesús. Este periodo es de 69 semanas o 483 años. La cuenta regresiva de estos 490 años se inicia en el momento que el rey Artajerjes concede permiso al Profeta Nehemías, para iniciar las obras de reconstrucción del Templo en al año 444 a.C. ( 483-444=39) Los 39 años son los 33 años de la edad de muerte de Cristo y los 7 años, posteriores para la destrucción del Templo por Tito. 

Desde el inicio de la reconstrucción del Templo hasta la crucifixión de Jesús, se cumplen 69 semanas (483 años), y se suspende el conteo. ¿Por qué no se termina la última semana? Porque el Pacto de Dios con el pueblo de Israel, que era el de sacrificar un cordero para expiar los pecados se acababa. A partir de la muerte de Jesús en la cruz el único sacrificio valido es el de Cristo. Cristo se convierte en el nuevo pacto. 

Aquí hubo vida. Ahora es el final de los tiempos

La última semana, que se refiere a los 7 años finales es objeto de mucha especulación y debate. Tres de los cuatro evangelistas, Marcos, Mateo y Lucas y el mismo Jesús nos dicen como va hacer esta parte final de los tiempos. Que no es el fin del mundo. Dios lo que quiere es poner fin a la injusticia y al delito, y instaurar una justicia eterna.  

En este contexto, es pertinente examinar las advertencias de Jesús sobre el final de los tiempos, particularmente en los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, que mencionan la destrucción de Jerusalén como un indicativo de eventos venideros.

Una posibilidad de entendimiento del fin de los tiempos es la siguiente. La tierra tiene tres movimientos: rotación (24 horas), traslación (365 días, 05 horas, 48 minutos) y, precesión de los equinoccios (25.860 años). Nos encontramos muy próximos a la culminación de estos 25.860 años. Si dividimos los 25.860 años en 12 nos da 2.155 años que corresponde a una era. Si Jesús nació al inicio de esta erra, y esta erra es la última, es posible que en el año 2.155, sea el fin de los tiempos. A demás en unas de las profecías de Jesús, nos dice que Israel regrese a su tierra, Dios concede la humanidad un plazo de 70 años o una generación. (si dividimos 25.860/ 360 nos da 71.8 años que es una generación aproximadamente. Si el final de los tiempos es en 2.155- una generación (75 años aprox.)= a 2080. O sea que tenemos aproximadamente 56 años para que el pueblo judío regrese a Israel. ¿Será muy difícil?

Continuemos con  lo que nos dice Jesús. En Marcos 13.7, “Más cuando oigáis de guerra y de rumores de guerra, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin”. En Lucas 21.20, “Pero cuando veis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado.

En cuanto a los evangelistas las señales antes del fin están en Mateo 24.3-28, en Marcos 13.3-23 y en Lucas 21.6-21. Después del fin de la inequidad y de la injusticia social y en Marcos 13.11, se refuerza la idea de que la voz que hablará en esos tiempos no será solo humana, sino que será inspirada por el Espíritu Santo.

La situación actual en Oriente Medio ha reavivado el interés por estas profecías, llevandonos a algunos a considerar si los recientes enfrentamientos y tensiones son un preludio a un conflicto global mayor y, potencialmente, a una Tercera Guerra Mundial. Por otro lado, miremos y analicemos los siguiente: Albert Pike. Gran Maestre Soberano del Antiguo y Honroso Rito Escoses de la los Francmasones, en una carta del 15 de  agosto de 1871, que presento al dirigente de los Iluminados, Mazzini, proyecto de el dominio del mundo después de tres guerras mundiales. ¿El propósito? La construcción de un Nuevo Orden Mundial. Para los iluminados, antes de la llegada de Jesús, de acuerdo al Cristianismo o del Mesías, de acuerdo al Judaísmo o del Mahdi (el guía) de acuerdo al Islam, las riquezas económicas y materiales de la tierra deben estar concentradas en manos de los Luciferinos.

A medida que nos adentramos en esta discusión, es crucial no solo analizar los textos sagrados, sino también contemplar su relevancia en nuestro tiempo, reconociendo la complejidad de los eventos actuales. De este modo, estoy buscando un entendimiento más profundo de las conexiones entre las profecías de Daniel, las advertencias de Jesús y el tumultuoso escenario del Medio Oriente.