por Bernardo Ordóñez Sánchez*
De acuerdo a decisiones normativas, las diferentes instituciones de educación, toman una
pausa de cinco días calendario llamada la semana de receso escolar, la cual presenta un
impacto transversal que va más allá del ámbito académico, afectando la dinámica económica
y, en ocasiones, la política.
En el desarrollo de esta semana de receso se vieron a muchas personas beneficiadas por los
subsidios que otorga el gobierno, realizando inmensas filas en el banco agrario y demás
medios de servicios financieros, situación que se reflejó en los todos municipios del país.
También en el discurrir de esta semana muchas familias aprovecharon este espacio para
viajar y con ello se benefició diversos sectores de producción como el transporte, hoteles,
restaurantes y las diversas actividades recreativas. En especial los lugares turísticos que
aumentan la demanda, impulsando temporalmente la economía local.
De igual forma, se puede avizorar que mientras algunos viajan a descansar, los que no
contaron con esta suerte y tuvieron que cumplir con sus jornadas laborales, se vieron
obligados a buscar otros medios para tener a sus hijos ocupados en esta semana de receso,
y seguramente generando gastos como el de contratar un cuidador de los hijos o el pago de
las famosas vacaciones recreativas, y gastos adicionales en los centros de comercio y
actividades de entretenimiento.
En esta semana se generó una situación política que podría haber causado un impacto en la
opinión pública, pero se vio menguada ante el receso escolar, en la que la mayoría de la
población estaba dispersa o desconectada de las diferentes noticias en especial la decisión
del Consejo Nacional Electoral CNE, emitida el pasado lunes siete de octubre, de ordenar
abrir una investigación contra el primer mandatario y el partido del presidente, frente a los
topes de gastos en la campaña presidencial del 2022; por la semana de receso no recibió la
misma cobertura mediática o atención que si hubiese sido en otra semana. Tal vez por ello
qué se diluyo la respuesta ciudadana o las críticas.
Esta decisión del CNE es lo suficientemente importante, y podemos ver como se reflejaran
las diferentes reacciones ante el tema que en forma inicial no tuvieron realce, pero en forma
diferida veremos cuando las actividades cotidianas se reactiven y los diferentes medios
tomen reacciones del debate político.
Cabe resaltar que este tema de las campañas políticas en las elecciones de las diferentes corporaciones como concejos, alcaldías, congreso y presidente, la percepción es que las campañas se juegan con topes más altos que los establecidos por la ley.
Este impacto acumulativo, debe tenerse en cuenta para futuros eventos electorales o políticos.
En cuanto a la respuesta mediática generada por el presidente Petro, al reaccionar como víctima, aduciendo el “inicio de golpe de estado” (antes lo llamaba golpe blando), ordenando a sus huestes alistarse, llamando a una movilización. Es el mismo presidente quien aprovecha la ocasión para reorganizar estrategias que promueva su organización política, de igual forma, denuncia persecución contra su gobierno, estableciendo una narrativa que sugiere que las instituciones, en este caso el CNE, están siendo utilizados para deslegitimar su gobierno o su partido.
Es común que se interprete la posible sanción, en este caso, una multa por parte del CNE,
como parte de una estrategia más amplia de sus opositores para debilitarlo. De allí que las
afirmaciones del presidente son dramáticas al referirse a “golpe de estado”, es más para
posicionarse como víctima de un ataque institucional que podría afectar la viabilidad electoral
de su partido, limitando la capacidad de actuar políticamente, esto lo anuncia como un
movimiento para desplazarlo del poder alimentando la narrativa de un golpe.
Es probable que con esto fortalezca lo que viene diciendo de una persecución política, en un
contexto de polarización. Afirmación que debe tener elementos que la respalden, en este
caso que la decisión del CNE ponga en riesgo serio la estabilidad del partido del poder.
Cada posición puede tener estrategias: por parte del gobierno: Cuestionar la legitimidad de la
decisión del CNE; Reforzar el discurso de “golpe de estado”; Minimizar la sanción; Controlar
el discurso mediático y la opinión pública; Buscar apoyo internacional; Fortalecer alianzas
internas; Reformas institucionales y equilibrar la defensa de su imagen sin profundizar una
crisis política que pueda erosionar su legitimidad.
Por parte de la oposición: Defender la legitimidad de la decisión del CNE; Presión política;
Aprovechar para ganar terreno político; Pedir explicaciones en el legislativo; Mantener un
tono moderado y evitar escaladas y la polarización excesiva para contrarrestar las tensiones
de “golpe de estado”.
El anuncio en la semana de receso puede interpretarse como un timing estratégico: podría
percibir que el momento fue elegido intencionalmente para aprovechar la distracción pública
y evitar reacciones más fuertes.
*Economista M.B.A. Politólogo. Exconcejal de Bogotá