En el Gimnasio en Ribnitz Damgarten,
proclaman: amor a la patria no es ningún crimen
Norbert W, el autor de esta nota sirvió como agregado de prensa de la Embajada de la RDA en Colombia, hace cerca de cuatro décadas. Reside en Alemania, y es profesor en liceos y colegios infantiles. Sigo escuchando la radio colombiana y especialmente a Olímpica Estéreo, dice.
La primavera toca a las puertas, otro dicho entre nuestra gente,
y las primeras matas florecen en los jardines, así como los primeros árboles.
Ayer participé en un encuentro de profesores de toda una región.
El ministerio bávaro de educación tomó nuevas medidas con el objetivo declarado de mejorar las capacidades de matemáticas y de leer y hablar de los alumnos en los primeros cuatro grados. Para tal fin aumentan las horas de matemáticas y alemán a costa de la música, el arte y las capacidades manuales. Los profesores no ven ningún sentido en estas medidas. Los niños de esta edad aún requieren biológicamente desarrollar su motricidad fina.
Es un problema de miles, y no sé en dónde empezar.
En toda Europa siguen las protestas de los campesinos contra los gobiernos y la Unión Europea, con el único objetivo de frenar la destrucción completa de las bases de los campesinos. Tierras grandes han sido vendidas a grandes empresas en todo el mundo. Ni en los medios de comunicación ni en el parlamento toman noticia. Al contrario, hoy el gobierno alemán rechazó cualquier exigencia de los campesinos.
En lugar de ello empiezan a exigir que cambien las leyes para poder prohibir más fácil a esas acciones y las huelgas. Las tan llamadas elites están perdiendo los últimos restos de su sentido realista. Anteayer, el ministro de Economía, Robert Habeck, explicó fácilmente ante representantes de la clase media que el Estado no pueda fallar. Él siempre tiene razón: “El Estado no produce errores “. Tan fácil es.
En Alemania al mismo tiempo siguen las preparaciones militaristas a una guerra eventual, ¿con quién? Naturalmente con Rusia. Los alemanes no quieren aprender de su historia.
Qué está pasando? Reorganizan al ejército, quieren nuevamente regresar al servicio militar obligatorio, llaman a los reservistas, empiezan con la construcción de búnkeres, llaman a cambiar el sistema de salud a un servicio vinculado con tareas militares, aumentan notablemente el envío de material de guerra a Ucrania y a Israel (que negocio, ¿cierto ?), y arriesgan de una forma peligrosa una confrontación con Rusia.
La semana pasada, el presidente de Bavaria, Marcus Söder, visitó con mucha atención pública una fábrica militar en las cercanías de nuestra casa. Allá están produciendo los cohetes Taurus. Toda la gente sabe de qué se trata. El sistema más moderno con que cuenta el ejército. Volando en una altura baja, se trata de un arma con alta importancia estratégica, alcanza una distancia de 500 kilómetros. Con el orgullo de un rey desnudo se dejó celebrar el presidente bávaro, festejando también un encargo grande de los EE.UU. para producir de mil cohetes Patriot.
En eso estamos. ¿Y quién paga todo eso? ¿Y de qué manera?
Un rector de un gimnasio en la ciudad de Ribnitz Damgarten en la costa de Mecklenburgo, denunció a una alumna de 16 años por haber multiplicado una película sarcástica de unos 20 segundos, anexando un comentario, su país para ella no es cualquier lugar, sino su patria. Tal tipo de palabras hoy en día son peligrosas en Alemania. Los califican como racistas, antisemitas. El director llamó a la policía, la cual apareció y se llevó a la niña en plena clase, ante todos los alumnos. La interrogaron en presencia del director y le informaron cómo debería comportarse. Esta niña ahora publicó su propio video en las redes sociales. Con palabras claras explica su posición.
El movimiento opositor por la defensa de la paz se presenta dividido. Peor. Actúan unos contra otros. El poder se aprovecha de esa situación, organizan protestas bajo el lema “Contra la derecha”. Representantes del gobierno se presentan durante estas manifestaciones como locutores. Con carteles como “Que maten a los opositores”, se radicaliza la situación social. La gente se deja dividir y los caminos hacia un regreso al intercambio social se cierran.
Y la propaganda estatal día tras día se presenta más agresiva. Siempre es más difícil para uno poder reconocer la verdad. El ejército alemán está creando unidades de 6.000 soldados como primer paso para poder interferir y actuar en el propio país contra tan llamados terroristas , quienes podrían aspirar al cambio de la democracia básica. Es decir, quienes podrían desearse un cambio del poder actual.
En varias instituciones llaman a la preparación de una guerra posible. Hasta para los colegios exigen la educación adecuada a los alumnos.
Las tan llamadas elites se muestran preocupadas de que Putin (nunca hablan de Rusia, siempre usan el nombre del presidente ruso) atacaría a la OTAN dentro de dos, cinco, ocho años.
Para todos es difícil entender que ahora sea el tiempo de invertir en el militarismo. Claro, a costo del nivel de vida. Hasta los pensionados deberían apretar su cinturón.
El siguiente fin de semana tendrán lugar las famosas marchas de pascua por la paz. Espero que este espíritu vuelva a unir a los amantes de este don supremo.
En esto estamos. Me da miedo, pensar en lo que podría ocurrir ya dentro de pocas semanas, en el caso de que Rusia podría perder su paciencia. Y ese momento está muy cerca.
El cruel ataque en Moscú de anteayer ha sido rechazado en todo nuestro pueblo. En las calles mucha gente pone flores. Y ellos están subrayando su amistad con Rusia. En contra de los líderes actuales.
Saludos cordiales y de amistad.
Abrazos