Corea

por Claudio Ochoa.

Hace 70 años, el 25 de junio de 1950 comenzaba la agresión comunista norcoreana al territorio de Corea del Sur, para tomarse sus recursos naturales y esclavizar a su gente.

Al final, el 27 de julio de 1953, tras enorme destrucción de vidas (unos 3 millones) y de naturaleza, llegó el armisticio que hoy continúa. La Península quedó arrasada, y Corea del Sur (República de Corea) inició la reconstrucción, para ser el país desarrollado de hoy, mientras tanto Corea del Norte sigue empobrecida y bajo la dictadura KIM.

Gran contraste entre dos modelos de nación. La educación, el trabajo productivo, el rigor en el Gobierno, los planes de desarrollo y, por qué no, en parte el confucianismo, han jugado en favor de Corea.

Luego del armisticio primaron los gobiernos autoritarios en la Península, y no podía ser de otra manera, la amenaza comunista no paraba, y hoy continúa. Primero fue el gobierno de Syngman Rhee, hasta 1960, y entre 1962 y 1979 el gobierno del general Park Chung-hee, quien subió tras golpe militar, y luego convocó a elecciones.

Park puso en operación un plan quinquenal, interviniendo la economía y con miras a dar base a inversiones fuertes y formalizar con incentivos estatales grandes conglomerados (los chaebols, como Hyundai, LG, Daewo, Samsung), apoyado por Estados Unidos y luego por los japoneses. Sustituyó las importaciones, permitiendo solo el ingreso de materias primas, para convertir a Corea en nación exportadora. Adelantó una reforma agraria con expropiación, sin indemnizar a los latifundistas japoneses (país que ocupó a Corea entre 1910 y 1945). Nacionalizó el sistema financiero.

Los ricos corruptos tuvieron que invertir en las nuevas industrias. La industria pesada recibió subsidios estatales, y a cambio sus empresarios debían mostrar resultados y poner en práctica la responsabilidad social.

En 1972, Park estableció la ley marcial y acabó con la Asamblea Nacional, para posteriormente imponer control sobre los poderes legislativo y el judicial.

A la vez comenzó una gran inversión en educación. El sistema educativo coreano está hoy entre los de mejores resultados.

Park ignoró el concepto de salario mínimo, no permitió los sindicatos, ni las acciones colectivas, ni las huelgas. Desde entonces Corea tuvo la semana laboral más larga del mundo y en 2018 la disminuyó, de máximo 68 horas a 52. Durante el avance del primer plan quinquenal los trabajadores tenían dormitorios en sus fábricas y oficinas. A partir de 1975 el gobierno de Park ordenó que todos los que no tenían hogar en Seúl fueran enviados a campos de trabajo.

También jugó y sigue aportando la devoción por Confucio, el respeto por las jerarquías, la honradez y el orden y, en definitiva, el logro del bienestar colectivo.

En mínimas palabras tal fue la ruta hacia la industrialización y el progreso, lo que hoy disfruta Corea. Estando entre los grandes del mundo en siderurgia, naviera, vehicular, electrónica, químicas y tecnologías en general.  

Hacia 1960 (antes, ¿qué estadística confiable podía haber?) ya el PIB per cápita de los coreanos libres estaba en US $ 120 y hoy, dice el Banco Mundial, 60 años después, va en US $ 30.620. Sus exportaciones han pasado de US $ 41 millones a US $ 729.944 millones. La expectativa de vida estaba en 55 años y hoy va en 83 años.

En los años cincuenta Colombia era un país holgado, que acudió en defensa de Corea. De entonces a hoy su PIB per cápita ha pasado de US $ 280 a US$ 6.180, sus exportaciones subieron desde unos $ 2.000 millones a US $ 42.000 millones y la esperanza de vida ha pasado de 57 a 77 años.

¡Cómo cambian los tiempos!!!

Corea aún está amenazado por el comunismo de los KIM, que no deja de tener infiltrados en tierra del Sur. Nunca se ha doblegado, ni ante sus amenazas y atentados, ni ante su patrocinador, Estados Unidos.

Colombia, aliado de la República de Corea, no ha sacado partido de la gratitud que esa Nación guarda por nosotros. Ante la evidencia que ha traído el modelo coreano de desarrollo, ¿Colombia por cuál de los puntos del recetario coreano podría inclinarse? Qué bien nos caería algo del rigor y el respeto que practican lo coreanos.