El salario mínimo

por Ricaurte Losada Valderrama

Para  fijar el salario mínimo  hay  una comisión   que concierta las políticas salariales y laborales, es decir que entre sus funciones se encuentra la determinación del mismo, pero si el quince del mes  que corre, no hay acuerdo, el Gobierno tiene plazo hasta el 30  de diciembre para determinarlo por decreto. En consecuencia, ideal que haya acuerdo porque ello indicaría mayor justicia  y equidad con los trabajadores, en un país con tantas desigualdades.

Para el 2023 el aumento debe ser alto por la inflación que en noviembre llegó al 12,53 por ciento, la más alta del siglo y por el contexto macroeconómico complicado. Sin embargo,  esto sumado a la  reforma laboral, incrementará el costo laboral de  manera considerable, fuera de que el año entrante comienza una reducción de la semana laboral de 48 a 47 horas. Además, la combinación de la reforma tributaria y  reforma laboral pone en riesgo la viabilidad de muchas empresas y empleos y la capacidad de generar empleo nuevo se disminuye.

Entonces, si para este año el alza fue del 10, es probable que para el 2023 llegue algo así como al 20, pues si el Gobierno de derecha subió aquel porcentaje, con un Gobierno  de izquierda puede ser y debiera ser de este orden.

En la plataforma ideológico programática de Transformación Liberal, Movimiento que fundé, cuyos postulados aun permanecen vigentes, se dice que él propugna por un modelo propio  y que su cimiento  ha de ser un plan de estabilización a largo plazo, fundamentado en tres pilares: Estado, trabajo, capital que proscriba la indexación de la economía, y en su reemplazo se institucionalice el aumento de salarios, sujeto a la inflación y a la productividad del trabajo y que esta se buscará elevar mediante el alza, cuando menos del treinta por ciento al salario mínimo y de los salarios similares, la primera vez y un incremento anual posterior, cuatro puntos por encima de la inflación resultante del año anterior.

Para la discusión del salario hay que tener en cuenta varios aspectos, entre ellos, la pérdida de poder adquisitivo de los hogares, producto del aumento de los precios de los bienes y servicios. Y de otro lado, el aumento de la productividad  laboral que es la forma en la que los trabajadores contribuyen al aumento de la producción.

El riesgo para la economía sería que el aumento en la difícil coyuntura  económica colombiana y mundial, fuera desbordado, pues el mercado laboral no se ha recuperado todavía. La tasa de desempleo, aunque bajó a un dígito -9.7 por ciento-,  debido a la generación de puestos por la temporada de fin de año, continúa siendo muy alta -, motivo  por el cual en octubre se recuperaron 1.5 millones de empleos y la informalidad es muy alta, pues más de la mitad de quienes están ocupados no gozan de los derechos que las normas les garantizan, con el riesgo de ampliarse.

Por lo tanto, hay que ser muy responsables con el aumento, para no  desbordar  la inflación y la productividad laboral, a efecto de no retrasar la  generación de empleo y la confianza inversionista, para avanzar  por el sendero del crecimiento económico y  de la creación de nuevos puestos de trabajo.

ricaurtelosada@hotmail.com