La música, los compositores y su día

por Ricaurte Losada Valderrama

El sábado 22 de octubre se celebró el día del compositor que la sociedad de
gestión colectiva -Sayco-, a través de su gerente, César Ahumada, no dejó pasar
inadvertida, pues personas como Jorge Villamil, Rafael Escalona o José A.
Morales, para citar solo algunos de los más destacados, pero todos merecen no
solo el aplauso y el reconocimiento nacional, sino el de sus derechos, los mejor
ganados, pues se trata de proteger la propiedad de quienes mediante la
creatividad nos acompañan mucho tiempo a través de sus canciones.


En consecuencia, esta celebración debe hacerla la sociedad colombiana, por un
justo y merecido reconocimiento a los compositores y porque la música es, entre
tantas cosas, el lenguaje más universal del planeta que contribuye de manera
eficaz a la paz como estrategia que es de construcción de ella, así como al
desarrollo económico del país y de sus regiones.


La música es una de las expresiones definitorias del espíritu humano. Su fuerza se
manifiesta en la capacidad de reflejar contenidos culturales, de exaltar la identidad
de los pueblos y de encauzar las idiosincrasias.


Además, la música emana del alma popular a través del ingenio individual y
transporta sentimientos, tragedias personales y anhelos fundamentales. Pero,
principalmente, es el espejo de una identidad; el producto de una potencia
creadora que está en todos y en cada uno que se alimenta de la misma raíz y se
exterioriza de múltiples formas, todas ellas determinantes de nuestra condición
humana y de nuestra forma de ver el mundo.


La práctica musical es una garantía del ejercicio de los derechos culturales de la
población, campo de conocimiento de enormes implicaciones en el desarrollo
cognitivo, emocional, corporal y de las inteligencias múltiples, industria de gran
potencial de desarrollo cultural y económico para el país, un ecosistema y una
cadena de valor, apreciaciones estas entre muchas que dan entre sus resultados,
el hecho de que la música acompaña a nuestras vidas, generalmente todos los
días y horas en la mayoría de las actividades que realizamos, e incluso, muchos
vamos al lecho del descanso con ella y en las fiestas patrias se entonan y cantan
las notas marciales de nuestro himno nacional, el segundo más hermoso del
planeta después de la marsellesa.


En fin, ha sido resaltada su importancia hasta por la Corte Constitucional: “La
música, sin duda, es una manifestación de la potencia creadora del hombre y una
de las artes más excelsas”.


Entonces es conveniente aprovechar esta coyuntura para impactar de manera
positiva al sector musical en Colombia, pero además, para realizar avances estructurales para su promoción y desarrollo, hitos en los cuales Sayco también podrá continuar haciendo aportes importantes.
Por lo tanto, Sayco merece congratulaciones, sobre todo porque como sociedad
sin ánimo de lucro, ha sido algunas veces desacreditada de manera injusta en los
medios por sectores que no tienen interés en pagar el derecho de autor y, al
contrario, como recaudadora y distribuidora de ellos, ha hecho un destacado
aporte a la cultura colombiana, pero no solo esto, sino que su contribución para el
mayor reconocimiento y fortalecimiento de los componentes que integran el
ecosistema musical colombiano es muy importante, diría que determinante, con el
fin de contribuir al crecimiento cultural de las regiones y del país en general.