Reforma a la Justicia y cambio cultural

por Ricaurte Losada Valderrama

No bastaría con hacerle a la justicia una reforma integral y estructural, de la cual hemos hablado y hay que seguirlo haciendo, sino que unido a este propósito, es indispensable impulsar un cambio cultural, también integral y, particularmente, con relación a la justicia.
Cambio cultural que también debe ser integral para que veamos los colombianos de hoy y las nuevas generaciones que siempre vendrán, si cuidamos el planeta, que no podemos seguir siendo cómplices de novelas kafkianas, a través de las cuales se exoneran corruptos  y se excluyen inocentes, se convierte en delito hasta el derecho de defensa, se estigmatiza, se colocan magistrados por encima de la Constitución y de la ley, aplicándolas de acuerdo a necesidades políticas y de coyuntura y colocando a veces  a malos como ejemplo y a buenos como indeseables.
En consecuencia, es frecuente que se haga uso y abuso del aparato judicial, a través de maniobras, en apariencia en derecho y proscribiendo y expulsando disidencias democráticas y progresistas, sin entronques en el establecimiento y sin el poder de las armas, así como ocultando verdades y utilizando desmedidos atropellos, a través de persecuciones y eliminaciones políticas.
En Colombia los verdaderos desafíos democráticos al establecimiento político tradicional son aplastados y, por ello, solo ha habido una importante excepción, representada en el actual presidente Gustavo Petro, quien logró llegar al poder después de haber estado en armas y quien lo hizo porque de manera inteligente consiguió  el apoyo de una parte de ese establecimiento político tradicional, y porque también tuvo el apoyo de sectores externos que lo libraron de exclusiones, a través de conquistas humanas importantes como la referida a la aplicación del derecho convencional.
De modo que se impone una verdadera reforma a la justicia, combinada con un largo proceso cultural y proceso que debiera ser generado no solo al interior del ser humano, sino desde los mismos parámetros que se establecieran en la reforma institucional y  propósito bien difícil alcanzar que ni siquiera en esta coyuntura se llevará a cabo, pero que no por ello hay que de dejar de plantear.

La más reciente obra del jurista, escritor y periodista Ricaurte Losada Valderrama es «La Justicia al servicio de la política»