El plan de desarrollo y los diálogos regionales vinculantes

por Ricaurte Losada Valderrama

La decisión más importante de un pueblo es convertirse en Estado. Por ello la independencia que nos dio la libertad y finalmente nos convirtió en Estado, es el hecho de mayor transcendencia para todos los colombianos. Le sigue la  Constitución, es decir, trazarse el máximo programa del Estado y de la sociedad, de la cual en líneas generales dependerá la vida y el desarrollo y, justamente, para lograr este, el tercer hecho en importancia, es el plan de desarrollo que en Colombia solo se aprueba para cuatro años, lo cual indica que tenemos planes de Gobierno y no planes de Estado, a corto, mediano y largo plazo, como debiera ser para que haya continuidad en los mismos y, por lo tanto, más desarrollo.


De ahí la importancia de la intervención radiotelevisada del presidente Petro en la noche del miércoles pasado, en la cual dejó claro que las bases del plan de desarrollo para transformar a Colombia en un país en paz total serán dadas en los diálogos regionales vinculantes a los que invitó a participar, hecho bien importante porque entre los aspectos positivos de la Carta Política que nos rige se encuentra haber mantenido, como es indispensable, la democracia representativa, pero combinándola con la democracia participativa, hecho este que si bien es redundante porque para que haya democracia debe haber participación, pero que no deja de ser importante a efecto de que el plan de desarrollo responda a las necesidades y expectativas del pueblo colombiano, en un país que es de regiones pero en el que no se ha respondido de acuerdo a dicha realidad y tanto los planes de desarrollo como los presupuestos, generalmente se han expedido a través de los técnicos situados en Bogotá, hecho en el cual no se ha beneficiado a la cuidad de todos los colombianos.


Otra cosa será que deberán ser armonizados los distintos pedimentos de los cincuenta diálogos regionales, a efecto de que se articulen de tal manera que se responda a los intereses locales, pero también al interés de todos, es decir, de la nación entera.