Martes de la Luenga Lengua

Tomado de la bodega de Óscar Domínguez Giraldo

QUISQUILLAS DE ALGUNA IMPORTANCIA 

Efraim Osorio López/LA PATRIA

eolo1056@yahoo.com

Recurrir-incurrir, latín, State of the art, infringir-infligir

La frecuencia de este solecismo me obliga a preguntarme si los que así escriben saben qué diablos es el sujeto de una oración gramatical.

La diferencia de los verbos ‘recurrir’ e ‘incurrir’, que tienen su raíz en el mismo verbo latino ‘currere’ (‘correr’), la hacen los respectivos prefijos. El primero (del latino ‘recurrere’ – ‘correr hacia atrás, volver corriendo; volver; recurrir a; recorrer’), además de su significado de ‘acudir a un juez o a alguna autoridad para la solución de demandas o peticiones’, tiene el de “acogerse en caso de necesidad al favor de alguien, o emplear medios no comunes para el logro de un objeto”. Sus sinónimos son ‘acudir, apelar, acogerse, suplicar’. El segundo (del verbo latino ‘incurrere’ –‘correr hacia, lanzarse; chocar, tropezar; acaecer; dar en, encontrarse con’), quiere decir “caer en una falta, cometerla”. Sus sinónimos, ‘cometer, incidir, pecar, tropezar, resbalar’. Son, por tanto, dos verbos muy diferentes, característica que no tuvo en cuenta el señor Andrés Villamizar al redactar el siguiente informe: “…la encargada de adelantar el proceso para determinar si se trata de estar recurriendo en un comportamiento contrario a la integridad urbanística” (LA PATRIA, Balance,  2/11/2022). Obviamente,  “si se trata de estar incurriendo en un comportamiento…”. En el mismo artículo garrapateó: “El consenso se trata de un oficio que radicaron…”. No vale el esfuerzo de explicar que la locución ‘tratarse de’ es impersonal, y que, por esto, no admite sujeto. La frecuencia de este solecismo me obliga a preguntarme si los que así escriben saben qué diablos es el sujeto de una oración gramatical. ***

Extrañado, porque doy por sentado que el presbítero Efraín Castaño estudió latín, leí lo que escribió en su columna semanal: “Los antiguos llamaron a la muerte ‘diez natales’ (día natal)…” (LA PATRIA,  2/11/2022). ‘Diez natales’, padre, es castellano, y significa eso, a saber, ‘diez días del nacimiento’. Lo que usted quiso expresar, en latín se dice ‘dies natalis’, que puede significar ‘día natal’ o ‘día del natalicio’, porque en ese idioma la terminación ‘-is’ es propia del nominativo singular del adjetivo ‘natalis-e’ (‘natal’) y del genitivo singular del sustantivo ‘natalis-is’ (‘día del nacimiento’). Como dato curioso, para san Paulino, ‘natalis’ es el día de la muerte de un santo (su nacimiento para el cielo). ***

Efraín Osorio López. La Patria.

El doctor Jorge Raad Aljure tituló su columna del 1º. de noviembre de 2022 “Estado del arte” (LA PATRIA). Pero en el escrito no habló ni del ‘estado del arte contemporáneo’, ni del ‘renacentista’, ni de otro cualquiera, que debió hacerlo, porque esto es lo único que en castellano significa esa locución. Supongo que es la traducción literal de la locución inglesa ‘state of the art’, con la que el diccionario Macmillan califica  “equipos o tecnología que emplean los más novedosos y avanzados elementos e ideas”. Los que saben, entonces, la traducen por ‘de vanguardia’. También, ‘de última generación’, ‘de avanzada’ o ‘de punta’. Así sí entendemos. Hay otra locución inglesa, cuya traducción literal no expresa lo que en inglés, y que hace poco algún redactor –no recuerdo cuál– utilizó así: ‘Think tank’ (‘tanque de pensamiento’), que la misma fuente traduce de la siguiente manera: “Grupo de personas que trabajan juntas para producir nuevas ideas acerca de un sujeto determinado”. Los enterados la traducen por ‘grupo de expertos’, ‘equipo de cerebros’. Podría ser también ‘grupo de pensadores’. La traducción literal es engañosa. ***

Con ésta, son veintitrés las veces que me he referido al empleo del verbo ‘infringir’ (‘incurrir, transgredir, delinquir, atropellar’, etc.) por ‘infligir’ (‘imponer, aplicar, castigar, condenar’), sin resultado positivo, aparentemente, puesto que sigo tropezando con esta confusión, como en el siguiente ejemplo: “Estos ‘machotes’ olvidan que la verdadera fuerza no se centra en el daño que se puede infringir, sino…” (LA PATRIA, Juan Álvaro Montoya, 3/11/2022). Es patente que el verbo que expresa la idea del redactor es ‘infligir’. En la misma columna escribió varias veces ‘super machos’ y ‘super hombres’. Castizamente, ‘supermachos’ y ‘superhombres’, porque  –y lo he explicado varias veces– el prefijo va siempre pegado al nombre al que se le antepone.

EL LENGUAJE EN EL TIEMPO

Por Fernando Ávila/ El Tiempo

Fernando Ávila. El Universal.

Queja de la lectora Marta Puente: A pesar de lo que usted enseña en su columna, en radio y televisión siguen anunciando un producto médico natural con la palabra «coadyudante”.

Respuesta: Es verdad. La sigo oyendo. Ojalá algún día la corrijan. No es “coadyudante”, sino “coadyuvante”, participio activo del verbo “coadyuvar”, ‘contribuir o ayudar a que algo se realice o tenga lugar’. Mejor aún: “ayudante”. Así nadie se equivoca.

En

Cita TV: “Viajaban en el interior de un vehículo de servicio público”. Mejor: “Viajaban en un vehículo de servicio público”.

Ninguno

Cita de El País: “El gracioso momento hizo que todos los asistentes al acto no pudieran contener la risa”.

Mejor “El gracioso momento hizo que ninguno de los asistentes al acto pudiera contener la risa”. En general, es mejor “ninguno” que “todos no”. En “todos no” hay una contradicción que se puede evitar fácilmente, “Todos no pagaron” (mejor: “Ninguno pagó”), “Todos no ganaron” (mejor: “Ninguno ganó”). Otra cosa es “No todos ganaron” (unos sí y otros no) o “No todos pudieron” (unos sí y otros no).

Serrar

Preguntan varios lectores: ¿Cerrar la horca o serrar la horca?

Respuesta: Se refieren a una publicitada obra de teatro llamada “Serrar la horca o el cadalso”. Así es su nombre, con s inicial, “serrar”, ‘cortar o dividir algo, especialmente de madera, con la sierra’. El protagonista tiene madera para curar, tiene el don de la sanación, pero cada vez que lo ejerce, disminuye su propia salud. Ahí algo metafórico. Y sin duda es un buen juego publicitario de palabras, pues el lector, al ver ese título, se hace la misma pregunta, ¿no será “cerrar”? “Cerrar” es ‘asegurar una puerta para impedir que se abra’, y como metáfora también funcionaría. El protagonista debe cerrar la puerta de la fuente de salud, que es él, para sobrevivir.

 

Narrativa

Pregunta la lectora Elsa Aguirre: Todos mis profesores de la universidad hablan de “narrativa”, pero veo en el DLE que “narrativa” es el género literario constituido por la novela y el cuento. Nada que ver con los temas de mis clases.

Respuesta: A la definición del DLE convendría agregar al menos noticia, crónica, reportaje, géneros de no ficción que usan a veces las mismas técnicas del cuento y de la novela. Narrativa es lo que se narra, nombraron de ministro a Fulanito, se encontró una cueva con gigantescas estalagmitas, el conde de Montecristo logró salir vivo de la bolsa mortuoria. Los sociólogos usan la palabra “narrativa”, como una forma de explicar la realidad. Al hacerlo el texto resultante es más descriptivo y conceptual que narrativo, pero ellos lo llaman “narrativa”. Un día en que alguna de sus clases esté más aburrida que de costumbre, podría usted pedir la palabra y proponer que en vez de “narrativa”, en esos casos, se diga “descriptiva”. Le dirán que no, por supuesto, nadie quiere salir de su zona de confort, pero habrá usted sacado del tedio y del celular a sus compañeros por unos segundos. Al final, usted tendrá la razón, aunque no le hagan caso.

FERNANDO ÁVILA
Experto en redacción y creación literaria

Preguntas: fernandoavila1952@hotmail.com

Fundación Los términos hacker y cracker 

para el Español Urgente

Los términos hacker y cracker tienen significados diferentes, ya que, mientras que el primero alude a la persona capaz de introducirse en sistemas informáticos ajenos, el segundo se refiere a quien lo hace con fines ilícitos.

En las noticias es frecuente encontrar frases como «El grupo hacker que hizo posible el caos de la semana pasada “prepara algo peor”» o «Unos ‘hackers’ extorsionan a Disney con la filtración de Piratas del Caribe: La venganza de Salazar».

Aunque en el uso general es frecuente asociar la palabra hacker a ‘pirata informático’ y, por tanto, a quien usa sus conocimientos con fines ilegales, en el ámbito de la informática se diferencia claramente entre hacker y cracker.

Así lo recogen los principales diccionarios de inglés y algunos de español como el de María Moliner, que indica que un hacker es una ‘persona con sólidos conocimientos informáticos capaz de introducirse sin autorización en sistemas ajenos para manipularlos, obtener información, etc., o simplemente por diversión’.

La palabra cracker, en cambio, se aplica a quien, además de ser capaz de entrar en sistemas ajenos, lo hace con fines delictivos, como señala el diccionario de Oxford.

Así, en los ejemplos anteriores, y teniendo en cuenta el tipo de actividad que se les atribuye, habría sido preferible escribir «El grupo cracker que hizo posible el caos de la semana pasada “prepara algo peor”» y «Unos crackers extorsionan a Disney con la filtración de Piratas del Caribe: La venganza de Salazar».

Un uso adecuado de ambos términos es el que figura en el siguiente ejemplo: «Las empresas necesitarán 825 000 hackers para frenar a los crackers en 2025».

Al tratarse de extranjerismos no adaptados al español, ambos términos han de escribirse en cursiva, como puede apreciarse en el diccionario académico. En cambio, los derivados españoles de esas palabras (hackearhacktivismo, hackatón…) se escriben en redonda, como explica la introducción de esta misma obra.

Es posible, asimismo, adaptar los anglicismos hacker y cracker al español como háker y cráker, siguiendo los criterios que figuran en la Ortografía de la lengua española. En el caso de hacker, la RAE ha incluido en el Diccionario de la lengua española las formas adaptaciones jáquerjaqueo y jaquear. Todas estas formas adaptadas se escriben en letra redonda y con tilde.

SONETOS CON OLOR A GLADIOLOS

Pompilio Iriarte

Por Pompilio Iriarte

(Escrito antes y después de la muerte de su esposa Alicia)

Le hago llegar dos sonetos con olor a gladiolo escritos

momentos antes y momentos después del fallecimiento de Alicia, mi mujer, 30 de diciembre de 2020.

Para poder hablar de vez en cuando

Si te vas a morir, no vayas lejos.

Está bien a la vuelta de la esquina.

Mejor, entre la alcoba y la cocina.

El más allá es capricho de los viejos.

Tenemos el país de los espejos

en el cuarto de baño, la cortina

de océanos distantes, la neblina

de la ducha caliente. Aparejos

de pesca en tierra firme y de velero

con el solo recurso de la alberca,

y barcos de juguete navegando

en este mar atlántico y casero.

Si te vas a morir, quédate cerca

para poder hablar de vez en cuando.

Aprox. 3:30 a.m.

Está bien que te vayas, compañera

Baja primero tú. Si yo pudiera

dar crédito a mis pasos, bajaría.

Baja primero tú con alegría

mientras, firme, sostengo la escalera.

Está bien que te vayas, compañera,

a preparar las rutas de llegada,

los túneles de escape, la brigada

que nos pondrá mañana en la frontera.

De Operación Poética Encubierta

suele la muerte hablar en estos casos.

Será mejor decir de esta manera:

El cojo ve con claridad incierta.

Tengo el valor para seguir tus pasos;

ahora sí, sostenme la escalera.

Pompilio Iriarte

Aprox. 3:50 a.m.

30 de diciembre de 2020.