por Juan Pabón Hernández (*)
¿Siempre vamos a evadir la responsabilidad de pensar? ¿No será bueno adoptar un propósito juicioso para nuestro porvenir, en lugar de dejarlo todo en manos del facilismo o del azar?
La sabiduría de la lógica nos enseña que el derecho original del ser humano es hallar una opción cultural digna y construir un soporte de identidad apropiado para su anhelo de libertad.
El ejemplo preciso es el origen del universo, el cual ha sido fundamental para entender el orden de las cosas, o su desorden -si así se prefiere interpretar-, la perfección y la imperfección, o la realidad frente al misterio.
Porque pensar es percibir un mundo dual, científico y espiritual que, aunque sugiera dimensiones diferentes, nos da la confianza intelectual y moral para intentar comprender los secretos de la naturaleza.
Y siempre habrá una idea innata que nos articule con la eternidad y remiende aquellos pedazos que nos va cortando el destino, cuando nos abandonamos a las meras especulaciones mortales.
Todas estas evidencias conforman un sistema jerárquico y complejo, con un pensamiento dispuesto a hallar las alternativas de evolución registradas en la memoria de la vida.
EPÍLOGO: La directriz la da el conocimiento, para superar la fragilidad y redimirla con una verdad inteligente, con la única razón viable para compensar, progresivamente, los vacíos de la ignorancia.
(*) El autor, Juan Pabón Hernández, cucuteño de toda la vida. Ex presidente de la Academia de Historia de Norte de Santander y poeta consagrado. Catedrático. Es editor de «Imágenes», revista dominical del Diario La Opinión de Cúcuta.